Un poquito de mamá

“Mami, cuando sea grande yo quiero un Anthony y no un Terry”… que gracioso se escucha cuando una niña pequeña lo dice después de ver Candy. Quien después de 30 años aun se mantiene vigente. El Anthony en mención, para refrescar la memoria, era el niño que muere en un accidente en el caballo. Era el niño más dulce, detallista, amoroso y atento que pudo haber en dibujos, el nene era   perfecto. The man of our dreams, al menos en esa época adolescente que preferiríamos los chicos bien churros y dulces… Y Terry, ay Terry… la antitesis de Anthony, el rebelde, malcriado… pero, ¿¿¿que cuero era, no??? Supongo que había algunas de nosotras que lo adorábamos también.   Yo lo odiaba. Porque no era el príncipe azul para Candy. Era un rebelde, sarcástico, fumador,   un anti príncipe total! En fin, suenan a cosa de niños pero en el fondo, díganme chicas si no han soñado con un Anthony o un Terry en sus vidas? Y chicos ustedes con cual se identifican, tu cual eres?

Educar es lo mismo que poner motor a una barca… hay que medir, pesar, equilibrar… … y poner todo en marcha. Para eso, uno tiene que llevar en el alma un poco de marino… un poco de pirata… un poco de poeta… y un kilo y medio de paciencia concentrada.   Pero es consolador soñar mientras uno trabaja, que ese barco, ese niño irá muy lejos por el agua. Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.   Soñar que cuando un día esté durmiendo nuestra propia barca, en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada. Gabriel Celaya, poeta español (1911-1991)

¿Existirán en alguna parte del mundo familias perfectas? Hace unos días estuve en el cumpleaños de la hija de una muy buena amiga. Y esto, me hizo recordar lo hermosa de su familia cuando la conocí.   Una familia muy feliz según yo. Cuando era adolescente, me decía a mi misma, cómo no tengo esa familia! Yo quiero una así!   Papá y mamá juntos y felices por siempre. Los hijos, los cuatro mejores del planeta, excelentes hermanos, excelentes amigos, primeros puestos en el cole. Luego, en la universidad alumnos super destacados y ahora adultos, con vidas bastante exitosas, muy buenos trabajos, una vida bastante feliz. Y como ellos, he visto otras familias así de perfectas. !Un éxito familiar! Pero conforme ha pasado el tiempo y crecemos y maduramos y acumulamos experiencias, estos mitos de familia perfecta van derribándose. Tanto así, que sinceramente pienso que no existen tales, que esas están en los cuentos de hadas, en nuestros juegos infantiles, y no en este mundo. En el caso ...