REFLEXIONES SOBRE EL OMBLIGO


Un viaje es siempre esa pausa justa y necesaria en la rutina para reconectar con nosotros mismos. Más aún, si se trata de un retiro espiritual en Cusco, capital del imperio Inca a la cual estos consideraban el ombligo del mundo.

Hace varios meses me topé con un anuncio en la página de una de mis coaches favoritas que invitaba a un retiro de cuatro días con meditación frente a ríos, caminatas a lugares ancestrales, yoga en la naturaleza y terapias grupales. No lo pensé dos veces: compré los pasajes y reservé mi lugar.

Viajar sin amigos ni familiares me ofrecía la oportunidad de interactuar con personas desconocidas y desafiarme a salir de mi zona de confort.

Cusco me brindó muchos momentos de conexión profunda conmigo misma, permitiéndome reconocerme y aceptarme a un nivel muy significativo.

Al final del retiro, tuvimos una reunión de feedback para compartir nuestras experiencias, y uno de los temas que más resonó en mí fue el del ego. Este ego, que vive inherente en cada uno de nosotros, se confunde con nuestra personalidad, se oculta en nuestro día a día y a menudo pasa desapercibido. El ego es natural para el equilibrio de la psique, nos protege del dolor y de la no aceptación; sin embargo, cuando domina nuestros actos, es crucial reconocerlo y trabajarlo. Asi como Cusco es el ombligo en el imaginario Inca, el ego, también es el cordón umbilical  del cual nos cuesta desprendernos.  

Al regresar del retiro, busqué charlas de especialistas sobre el tema, y me sorprendió descubrir que el ego habia estado presente en algunos momentos durante la crianza de mi hija. Incluso en los mensajes que consideraba empáticos o compasivos hacia los demás, había matices de la expresión de mi ego. Reconocer esto fue  un poderoso llamado de atención. He  despertado mis alertas emocionales y estoy atenta a  cómo me hablo, cómo me miro, cómo me escucho... Es parte de un trabajo interno para estar conciente y presente  valorarando y replanteando el concepto de autoestima. 

A veces miro hacia atrás y solo tengo palabras de gratitud y aprecio a la vida por estar donde estoy ahora. Aún queda mucho por escribir, y aunque la transformación que busco es un proceso largo, confío en el camino.







Comentarios

  1. Excelente reflexión. 👌

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  2. Fiia escritura sobre valiente reflexión,A su vez reflejo de una persona muy aguda y sensible.

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