REFLEXIONES SOBRE EL OMBLIGO
Un viaje es siempre esa pausa justa y necesaria en la rutina para reconectar con nosotros mismos. Más aún, si se trata de un retiro espiritual en Cusco, capital del imperio Inca a la cual estos consideraban el ombligo del mundo. Hace varios meses me topé con un anuncio en la página de una de mis coaches favoritas que invitaba a un retiro de cuatro días con meditación frente a ríos, caminatas a lugares ancestrales, yoga en la naturaleza y terapias grupales. No lo pensé dos veces: compré los pasajes y reservé mi lugar. Viajar sin amigos ni familiares me ofrecía la oportunidad de interactuar con personas desconocidas y desafiarme a salir de mi zona de confort. Cusco me brindó muchos momentos de conexión profunda conmigo misma, permitiéndome reconocerme y aceptarme a un nivel muy significativo. Al final del retiro, tuvimos una reunión de feedback para compartir nuestras experiencias, y uno de los temas que más resonó en mí fue el del ego. Este ego, que vive inherente en cada uno de nosotro...