Dia 107 último día de la cuaretena

Hoy es el último dia de cuarentena en el Perú.

Existen medio millón de muertes y 10 millones de casos COVID en el mundo a la fecha.
Seis meses desde que se dio a conocer sobre la pandemia y nunca nos imaginamos que el virus nos iba a cambiar las vidas de esta manera, nuestras economías y las formas de relacionarnos.
Han sido tres meses y medio de gran incertidumbre, de muchisimos retos,  ups and downs, trabajando desde casa, lidiando con la familia 24 h / 7 d, y también de muchas oportunidades.  

Seguiré en cuarentena, saliendo con mascarilla y todos los cuidados a la calle solo cuando haya una necesidad de alimentos, medicinas, abrigo o cuando deba ir a la oficina.  A veces este privilegio de no tener que salir de casa pesa mucho en los hombros. Hay días que me averguenza cuando me quejo de algo sabiendo que hay  gente sufriendo de hambre y de frio y de tantas otras cosas que necesitan movilizarse.
El virus seguirá entre nosotros por un buen tiempo; meses quizás años, la vacuna o tratamiento demorará para llegar a ser de alcance masivo. Estimo que debemos vivir en esta incertidumbre.

Nunca antes he estado tan atenta de mi salud como lo he hecho en este tiempo. 
 He aprendido mucho de mi misma, tanto fisica como emocionalmente... Empecé a escribir prácticamente a diario en el blog para registrar los efectos de la pandemia en mi vida a nivel emocional. Hago terapia via zoom. Practico yoga, vivo un dia a la vez, le doy al presente la importancia debida, me muerdo la lengua antes de contestar a mi hija, tolero más, camino más, aprendi a  hacer jabones naturales, asisto a webinars sobre racismo, sobre responsabilidad social. Y aunque el teletrabajo me agobia y me frustra el trabajo en equipo, cada noche al cerrar la laptop siento tranquilidad de haber hecho lo mejor que pude. 

Estamos planeando, con todos los cuidados del caso, que una amiga de Hannah visite la casa en unos días mas para que puedan verse cara a cara, que puedan reirse, y puedan contarse sus cosas sin necesidad de tener un celular ni internet.  No podemos vivir encerrados por siempre sin ver a los que queremos, no puedo encerrar a mi hija en una burbuja. La veo sufrir y llorar por todo lo que le ha tocado vivir estos meses. Tengo miedo si, pero no voy a permitir que controle nuestras vidas.

Extraño a Ariel, aun cuando lo escuche varias veces al dia via whatsapp. Extraño tenerlo a mi lado, extraño los abrazos y los besos, extraño los cafes y la cama con el. Necesito el tiempo para los dos, no 15 minutos en el telefono. El tiempo para ver sus ojos llenos de paz, y la oportunidad de disfrutar su sonrisa y saber que las cosas no son tan graves.








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