Un poquito de mamá

Querido Haim; Haim la vida es buena, y tu la amabas desde que naciste. Lo demostraste  al vencer la meningitis cuando eras un recien nacido y los médicos se dieron por vencidos ante la enfermedad, pero tus padres buscaron en la fe lo que la ciencia les negaba. Oyeron las palabras de un gran rabino de Novaselitz, tu ciudad natal, quien sugirió cambiar tu nombre de Meir a Haim (vida en hebreo) para salvarte. La vida es maravillosamente retadora Haim. Le ganaste muchas veces a  la muerte, sobreviviste a un campo de concentración en Transnistria y demostraste al mundo que  nuestra existencia vale la pena afrontarla con entereza y valentía. En otro acto de valor, cambiaron tu apellido Brand para poder huír de la maldad nazi y comunista.  El destino te trajo a Sudamérica cuando eras un niño aún junto a  tus padres y tu hermana Silvia, arribaron a la que sería tu amada Venezuela  para cumplir tus   sueños de convertirte en un prestigioso neurólogo, en un buen padre, y en un destacado conferen

Las veces que he asistido a talleres de breathworking he tenido la sensación de vivir una experiencia casi chamánica. Cuando digo chamánica no lo digo porque inhalé o consumí alguna planta alucinógena ni ancestral si no por los efectos y sensaciones muy similares que brinda un buen trabajo de respiración. Al menos eso dicen los que han experimentado ambos. Esta técnica de respiración busca liberar emociones guardadas en lo más profundo de nosotros. Es una terapia recomendable para los que sienten la energía atrapada en el cuerpo o no logran superar bloqueos por traumas o sucesos del pasado. El trabajo en este tipo de talleres se basa en la energía interna, en un estado pleno de conciencia, donde sanamos cuerpo y mente y armonizamos el espíritu. Durante la sesión algunas personas reciben paz absoluta,  energia traducida en calor físico, todo esto a través de una buena concentración y dejándose llevar por el poder  de la respiración. Nos permitimos llorar, gritar, reír, reír a carjadas,

Cuando empecé el proyecto de las sincronicidades con la búsqueda de formas acorazonadas en mi día a día (Post de Corazones y Sincronicidades https://unpoquitodemama.blogspot.com/2023/06/corazones-y-sincronicidad.html) me sorpendí con la cantidad de ellas que encontré en mi camino. Cada imagen en forma de corazón me sacaba una sonrisa convenciéndome del gran poder de la manifestación. Entendiendo que la manifestación, apoyada por la neurociencia e investigaciones serias, reconecta y entrena a la mente, el cuerpo y el espíritu con nuestros objetivos, es una herramienta que entrena el cerebro y el sistema nervioso en creer fielmente en lo que queremos y que no han pasado aun.  Podemos revisar con mayor detenimiento cómo funciona la manifestación en otro post. Las demostraciones de  sincronicidades en nuestros días confirman la fuerza de nuestro pensamiento.  Ahora, sin proponermelo cuando reviso  el reloj aparecen horas como 10:10, 11:11, 12:12. Cada vez que esto sucede me permito pausar

Conforme voy trabajando en mi búsqueda interna  voy aprendiendo a valorar la magnitud que tiene en mi vida el agradecimiento. Ese "gracias" que se dice mirando hacia dentro a las situaciones favorecedoras y a las más desafiantes también. Cuando se agradece concientemente por todas las situaciones que nos suceden incluidas las más desagradables y penosas abrimos nuevos caminos en nuestro cerebro. Creo firmemente que el agradecer crea chispazos de energía de alta vibración que impacta en todo nuestro cuerpo y mente.  Hay un efecto boomeran en el agradecimiento, 100% comprobado, trayendo inimaginables beneficios para con nosotros mismos, la percepcion que se tiene del exterior  cambia para mejor. Como parte de mi rutina, uso el "gracias" como un mantra, lo repito a diario especialmente por las noches repasando mi día y mis acciones desde las más generales hasta las más pequeñas. Practicando la gratitud conecto profundamente con mis fibras más íntimas y veo el cambio en