Sentidos

A veces las rajaduras de nuestras almas sirven para que ingresen rayos de luz que luego iluminarán nuestro camino.

Han habido momentos y circunstancias a lo largo de mi vida en que  lo di todo, en que lo intenté todo, y aún así seguía naufragando en el pozo profundo de las incertidumbres, ya sin fuerzas  me transformé en alguien que no reconocía.

¿Cómo ayudar a la gente que amo, cómo sostener a otros si no hay nada ya en mí?

Con las emociones a flor de piel, he pisado fondo, antes de pedir desesperadamente ayuda.  

He reconocido mi desconexión total con mi origen, con mi esencia, con mi centro. Y decidí trabajar en ello.

El primer paso para salir de la crisis es un paso tímido y débil pero con mucha fe. Ese primer paso viene con humildad reconociendo cómo me siento y  permitirme el sentir sin juzgar.

El segundo es ver mi interior desprovisto de prejuicios, sentir mi respiracion llenando mi ser, acercarme a  mis raices , redescubrir mi fortaleza, disfrutar de mi luz. Una luz que visualicé pequeñísima pero que aún existía. Ver esa luz tenue dentro mi ser me llenó de esperanzas y me dio un motivo grande para sonreir y sentir amor. 

Cada herida y cada obstáculo a lo largo de estos años han sido parte de un proceso para encontrarme, cerrar una etapa para abrir mi corazón, despedir las convenciones para desnudar mis pensamientos y soltar ... dejar ir lo que no controlo.

Ahora el tercer paso es abrazar fuerte a la persona que me acompañará hasta mi último suspiro. Se siente maravilloso renacer, recomenzar, reconocer el poder de la sanación en mí a través de la gratitud.

Quien está escribiendo ahora este blog es la mejor versión de mí. Y eso es todo lo que necesito por ahora.

"El caos es para quien lo necesita" Anónimo




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