Dia 9 de 15

Tan lejos pero tan cerca
aislamiento físico pero mucha cercanía emocional
una crisis cuya única solución es parar, simplemente eso
Un virus que nos ayuda a reflexionar
Tiempos bizarros...

Escucho y leo todos los días sobre la oportunidad que tenemos para leer más, para descansar más, para meditar, para organizar nuestros hogares, para desechar cosas en desuso...
Aún no he tenido la oportunidad de hacer todo eso, mis días empiezan muy temprano preparando el desayuno de mi hija y mi sobrina, y los quehaceres del hogar a la volada porque me esperan varias horas en la computadora, trabajando, videoconferencias, teleconferencias, reportes, respuesta a correos, mientras escucho a mi madre tratando de convencer por enésima vez a mi papa que no salga...
y mi papá buscando cualquier excusa para poder sentir el sol, para estirar las piernas, para distraerse y para sentirse útil. Todos sus hijos le hemos explicado la gravedad del tema, el riesgo que corre al salir, lo entiende por unos minutos y luego se le olvida todo... y empezamos de nuevo desde cero.

Aún asi, me siento privilegiada. 
¿Cuantás oportunidades he tenido en estos días de cuarentena de escuchar a otros y llevar una palabra de aliento, de apoyo, de esperanza? Me fortalecen mis propias palabras, aunque cansada y  preocupada, siempre hay algo positivo que decir.

Termino el dia y me detengo a mirarme en el espejo y con asombro pienso en qué momento me salieron tantas canas juntas...  lo más seguro es que siempre estuvieron ahi pero el tinte cada tres semanas me impedía ver la realidad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La vida es buena

Los agradecidos 18

Cuando mi papá no puede dormir