1 de 13 Segunda temporada

Es la primera vez durante la cuarentena que  decidi ir al supermercado.
Habia escuchado del horario restringido y de largas colas fuera de los establecimientos para poder ingresar.
Me alegré de llegar relativamente temprano y no encontrar cola afuera. Justo en el ingreso pusieron  una señorita que indica a los clientes usar el antibacterial antes de ingresar.
Bueno hasta ahi todo aceptable, al ingresar vi la misma cantidad de gente que hay en un dia sin cuarentena. Y además colas dificiles de entender su inicio y su final.
Colas inmensas para pesar frutas y verduras.

Me di con la sorpresa que había una cola gigante para comprar pollo, ni hablar, no comeremos pollo por un tiempo.
Pescado? no habia ni un pejerrey, counter  lleno de hielo sin nada que conservar.. .no puedo dejar el pescado por mucho tiempo dado que ya no comemos carnes rojas y ahora tampoco comeremos pollo.
Compré pavita para guiso, pavita como filetes, nuggets de trucha y hamburguesas de "pollo" en caja. Tengo algunas latas de atun en casa, con eso sobrevivo hasta la proxima semana.

Me quedé preocupada por la cantidad de gente dentro del supermercado, demasiada gente una cerca de la otra, me asfixiaba ver que no guardaban la distancia fisica debida, me senti muy vulnerable al virus en un establecimiento bastante inseguro.

La proxima compra semanal  será definitivamente en el mercado cerca a casa donde prima el orden impuesta por las fuerzas armadas. Solo se permite un cliente por puesto y fuera del mercado todos guardando la distancia necesaria para evitar contagios.

Me leo antes de publicar esto y reparo que mi gran aventura de hoy ha sido una visita al supermercado... quién lo hubiera dicho.
Las cosas cambian, nosotros cambiamos...




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