Dia 62, 6 de 14 Quinta temporada

Salió sol, un sol otoñal, con aire fresco y mucha luz. Busco una excusa para salir. Fui a la farmacia a averiguar el costo de unas medicinas que necesitamos enviar a USA para Jaime, y a comprar helado para Hannah. Caminé más de un kilómetro en total libertad, respiré en soledad un aire distinto al de la casa, aún con mascarilla, guantes y gorro se siente muy bien.
Tengo todavía trabajo pendiente pero lo dejaré para el lunes, necesito disiparme de las obligaciones del trabajo por un par de días.
Hay cita online con Carmen e Imelda esta noche, Carmen no pudo conectarse, le falló el servicio de internet de casa y del celular. Algo que será muy común los próximos meses dada la demanda del servicio. Es siempre terapéutico conversar con las amigas queridas. Aun cuando mucha de la conversación giro en torno al virus y sus consecuencias en nuestras vidas. Espero poder compartir más llamadas en las noches de cuarentena con ellas.
Hannah entró en crisis, hacía sus ejercicios físicos diarios cuando vino llorando hacia mí diciendo que no funcionaba. Se siente frustrada con su aspecto físico, ha intentado bajar de peso y no lo ha logrado. Se ve en el espejo y no se siente feliz.
La consolé, la abracé y hablamos compartiendo una cerveza. Si, ya se que tiene 14 años pero consideré que invitándole un poco nos uniría y construiríamos una especie de complicidad para que se abra y se sienta en confianza. Le dejé en claro que hay temas que están en nuestras manos poder hacer cambios y hay otros temas en los que no teníamos  injerencia. En este último debíamos aceptarlo, no hay nada que podamos hacer. El tiempo le ayudará a entender mejor lo que le digo. los aspectos que no le gustan de su cuerpo los puede trabajar y con fuerza de voluntad lograría lo que busca. Me tenía como aliada para lograr sus sueños. Nos abrazamos muy fuerte.
No puedo dejar de pensar en mi propia adolescencia donde sufrí mucho, no tuve la capacidad de decirle a mis padres sobre mis complejos, sobre mis carencias, y preocupaciones,  tampoco hubo conversaciones siquiera remotamente parecidas a las que tuve con mi hija...






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