Dia 65

Lo más bonito del dia fue tener la oportunidad de poder ir al dentista, pero no cualquier dentista, es mi amiga Grace.
Hace unos dias se rompió la porcelana de la corona de mi muela, tenia problemas para masticar, llamé a Grace y aun cuando no ha abierto su consultorio por mas de dos meses, aceptó atenderme sin dudarlo.
Fui en taxi hasta el consultorio, pensando en lo seguro que hubiera sido en estos momentos tener una bicicleta para transportarme.
Es la primera vez en estos 65 dias de estado de emergencia que puedo ver a una amiga frente a frente sin necesidad del celular, aun cuando no pudimos darnos un abrazo, fue terapeutico conversar, y poder estar cerca fisicamente. No hay nada como la cercanía física, la cercanía a traves de la tecnología nunca la reemplazará.  Nuestras vidas se han adaptado a las circunstancias, sus medidas de protección son extremadamente estrictas.pero necesarias.
El tema de la porcelana pasó a segundo lugar, debo decir que necesito unas tres sesiones más para que pueda terminar el trabajo. Me quedó de lección que en el caso de la salud bucal es mejor buscar tratamientos un poco más costosos  fuera de los seguros médicos. La salud es una inversión.
La conversación con Grace giró en torno al COVID 19 y su impacto en nuestras familias.  Dificil no hablar de la pandemia que nos preocupa al mundo entero.
Grace tiene un gran don de poder reciclar cosas, ha hecho unas mascarillas con telas de algodón que ya están en desuso en su casa.  Me ha pasado las instrucciones para elaborarlas, dudo de mi capacidad para las manualidades  pero lo intentaré.
Su esposo que es médico cirujano estuvo en el consultorio, está apoyando en un hospital con los pacientes COVID19. Joel que asi se llama, siempre ha sido un hombre alegre, y calmado,  pero esta vez lo noté diferente, cansado, desanimado, preocupado, muy meticuloso con la limpieza y desinfección de todos los equipos del consultorio. No quiso ahondar en la situación en el hospital pero la situación  es ya insostenible, no hay camas para recibir a más pacientes. Las UCI solo reciben a pacientes que tienen posibilidades de salvarse, es decir, no admiten a personas de la tercera edad. Y además las probabilidades de sobrevivir de UCI es solo del 50%.
Es evidente que la cuarentena sólo ha servido para no saturar al sistema de salud en las primeras semanas. Ha permitido que el gobierno gane tiempo para adquirir más camas de hospitalizacion, mas respiradores, e implementar protocolos de seguridad en corto tiempo. Ha intentado suplir con los pocos recursos, las carencias de nuestros hospitales y los deficits de equipos y personal que llevan décadas en crisis. Aun  así todos los intentos han quedado cortos.
La gente está muriendo en sus casas en el mejor de los casos, muchos mueren en los pasadizos de los hospitales esperando por una cama, un respirador, un balón de oxígeno.
Es tarde, me siento muy desanimada...



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