Dia 72

No se puede luchar contra las emociones y menos en medio de este eterno estado de emergencia.
Han sido dias tristes. Solo colocare aqui la carta que redacte por el fallecimiento de mi tio...

"Queridos amigos

Siempre he pensado que un gran equipo es la unión de personas con diferentes aptitudes que logran complementarse para llegar con éxito a un objetivo. Y hemos logrado ser eso y mucho más. Trabajamos de la mano por muchos años, nos conocemos en nuestras crisis y en nuestras alegrías.  La vida nos ha puesto en un lugar privilegiado, tener la oportunidad de trabajar para mejorar la vida de otros es una de las cosas más gratificantes que me han tocado vivir.

Me tocó a mí esta vez ser consolada. A veces hay que permitirnos ser ayudados, no somos super héroes. Les agradezco un millón por  sus muestras de cariño y solidaridad, aprecio sus palabras de aliento y valoro  muchísimo el aporte, que de verdad no han debido hacer.

Les pido que extrememos cuidados en casa más aún si tenemos a nuestros padres viviendo con nosotros. Los medios de comunicación se quedan chicos al informar sobre la crisis sanitaria en nuestro país.

Tomen mi experiencia como ejemplo. Mi tío era el primo de mi papá, desde que nací nuestras familias han vivido en casas contiguas por más de 30 años. Cuando éramos chicos mis hermanos y yo corríamos a su casa cada vez que teníamos una emergencia o cuando simplemente estábamos aburridos, porque mis papas trabajaban hasta muy tarde.
Mi tío Alejandro, que así se llamaba, siempre se sintió un hombre fuerte e invencible,  y lo derrotó el Covid en menos de una semana. Llamé el viernes a dos médicos amigos, que están atendiendo en diferentes hospitales, cuando mi tío empezó a tener  los síntomas y ningún hospital lo admitía. Para ser atendido se debe sufrir de insuficiencia respiratoria severa. Y aun con la neumonía que  consume el cuerpo rápidamente se debe hacer cola en los pasadizos del hospital, hasta que buenamente dispongan de un balón de oxígeno que  lo colocan a los pacientes sentados en una silla de plástico. Si hay suerte ese mismo día, pueden liberar una cama. Y por más cruel que suene, los médicos están peleando una guerra en donde deben decidir entre salvar la vida de una persona de 40 años o alguien de 80. 
El lunes en la noche mi tío se puso grave, mis primos recorrieron hospitales y clínicas por horas sin poder ser atendidos.  Llegaron muy tarde al hospital de Ate Vitarte donde lo recibieron y a la media hora falleció. Es una historia muy triste, y asi como mi tío, hay miles de personas que no ganan la batalla contra este virus. 

Mi papá no está muy enterado de la situación, con este encierro su demencia senil se ha agravado aún más. No sabemos si ha entendido que su primo, que quería como un hermano, ya no está en este mundo. No podemos llevarlo a que se despida, simplemente no lo verá más. Quizás abrazándolo podría entender mejor la pérdida pero ni eso podemos hacer por ahora.  

Les cuento todo esto no para que tengan pena, si no para que tomen conciencia de la gravedad de la situación.  Cuídense mucho para que todos estos sacrificios hayan valido la pena.

He perdido a alguien importante de mi vida, me quedan los recuerdos en la memoria, recuerdos que peñizcan el corazón.
Otra vez muchas gracias a todos por formar parte de mi vida.  Lo importante no es evitar caernos es tener al lado gente que nos ayude a levantarnos. Les agradezco por estar ahí.

Un abrazo sincero a la distancia, hasta que nos volvamos a ver.
Saludos
Rocio"




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